domingo, 6 de noviembre de 2011

DIOS ME AYUDÓ   

Cuando estaba todavía en activo, trabajando en mi escuela, le pedía a Dios que mi madre no enfermara gravemente hasta que yo estuviera jubilada para poder atenderla bien y estar con ella todo el tiempo.

Me jubilé en junio de 2.010 y, después de unos meses tranquilicas y compartiendo todo,en marzo de 2.011 empezó a sentirse mal y cada día peor hasta el día 4 de abril que ya no pudo andar.

Entonces le pedí a Dios que me diera fuerzas para cuidar y atender a mi madre como yo quería.
Después, cuando ya no hablaba y no conocía a algunas personas que la visitaban, dije: "Dios mío, que mi madre me reconozca hasta el final, que sepa que estoy a su lado".
Luego de nuevo le rogué una buena muerte para mi madre.

Finalmente, he tenido fuerzas para estar con ella todos estos meses, me ha conocido cuando le hablaba, me ha sonreido, me ha mirado, me ha apretado la mano y murió plácidamente el 21 de octubre a las cinco y veinte de la tarde, mientras dormía, sin un mal suspiro.


¡ GRACIAS SEÑOR POR AYUDARME !




4 comentarios:

  1. Amelia:
    Me emociona su manera de contar las cosas. Me identifico completamente con los temas que trata y con el punto de vista que les imprime.
    es un placer seguirle en este blog.
    No deje de deleitarnos con estas cosas tan nuestras, tan veraces y tan distantes de la mentira imperante en estos tiempos de horfandad intelectual.
    Gracias

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  2. Amelia,
    gracias por compartir, no sólo las cosas de la Sierra, sino también tus valores y una experiencia como la de acompañar a tu madre en sus últimos tiempos.

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  3. Hola Juan Vila, muchísimas gracias por seguir mi blog y por sus halagos. Me agrada que le guste mi manera de escribir y tratar las cosas que quiero contar. Puede estar seguro que escribo desde dentro, desde el corazón. Un abracico.

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  4. Gracias Javier. No he podido resistir y he hablado de la vivencia que he tenido con mi madre en estos meses. Ahora estoy aprendiendo a vivir sola. Un abracico.

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