SOLEDAD
Siempre he sido muy independiente.
He necesitado estar sola para dedicarme a las cosas que me gustaban: leer, escribir, estudiar, hacer labores,...
Afortunadamente, he tenido en mi casa "mis espacios" para desarrollar estas actividades. Necesitaba soledad para realizar mis dibujos y mis manualidades.
Nunca he tenido miedo de quedarme sola en mi casa cuando se iban mis padres, ( bueno, los ratones sí me daban pánico, pero ya se me ha quitado porque he tenido que "cazar"unos pocos y ahora sólo me dan asco ).
Pero hay otra clase de SOLEDAD.
Ésa que se siente por dentro, como si estuvieras vacía y que no puede llenar amigos, ni familia, ni vecinos,...¡nadie!
Ese escozor que parece que va a acabar contigo y que sólo se puede vencer echándole ... mucha fuerza y diciéndose a un mismo: "Ésto no va a poder conmigo, voy a luchar y voy a salir adelante".
Ese sentimiento de desolación, de soledad no buscada,... ¡¡ qué amargo es !!
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